Filmish es el primer libro escrito por el británico Edward Ross y es una novela gráfica sobre el cine publicada en 2015. Dividido en siete capítulos, trata varios temas mencionando docenas de películas (y utilizando referencias a muchos críticos de cine) con un estilo chulo que logra hacer que los conceptos se entiendan bien aunque no sea nnecesariamente sencillos. El autor desarrolla un discurso que comienza desde L’arrivée d’un train en gare de La Ciotat de los hermanos Lumière (1896), pero pronto abandona el orden cronológico para poder desarrollar libremente sus temas. Para mí, leer Filmish fue un viaje muy interesante y recomiendo leerlo sin ninguna duda.
¿Cuáles son los temas del libro? Como dije arriba, son siete:
- El ojo. Aquí el autor reflexiona sobre el poder de la cámara que puede mostrar cosas invisibles a simple vista o esconder cosas que en un contexto diferente serían perfectamente visibles, pero sobre todo escribe sobre el papel de la mirada del protagonista y las consecuencias para nuestra visión del mundo a través del cine. ¡Naturalmente habla de Halloween (1978) donde John Carpenter nos obliga a compartir la visión del mundo del asesino desde la primera escena!
- El cuerpo. Este capítulo está dedicado al papel del cuerpo humano en la historia del cine y, por supuesto, ¡hay referencias a películas revolucionarias como Freaks (La parada de los monstruos, 1932) y Alien (Alien: el octavo pasejero, 1979)!
- Los decorados y la arquitectura. Y aquí pasamos de Intolerance (Intolerancia, 1916) a Escape from New York (Rescate en Nueva York, 1981) sin olvidar Das Cabinet des Dr. Caligari (El gabinete del doctor Caligari, 1920).
- El tiempo. Aquí el autor se entrega a sí mismo hablando tanto de películas rodadas en tiempo real como de montajes atrevidos o revolucionarios (sobre todo, la escena de la escalera en Bronenosets Potyomkin, El acorazado Potemkin, 1925), para llegar a películas con viajes en el tiempo como la pareja La Jetée (1962) y 12 Monkeys (Doce monos, 1995).
- La voz y el lenguaje. En este capítulo, Charlie Chaplin es el maestro con su The Great Dictator (El gran dictador, 1940), pero, como en el resto del libro, abundan las referencias a películas mucho más recientes como Pontypool (Frecuencia macabra, 2008) o The Dark Knight (El caballero oscuro, 2008).
- El poder y la ideología. Con un título como ese, ¿podría John Carpenter no ser presente con They Live (Están vivos, 1988)? También descubrí en qué condiciones el ejército estadounidense ayuda a las producciones cinematográficas que quieren usar sus medios y hombres (como en el caso de esa basura de Top Gun de Tony Scott, 1986). ¡Vale la pena leer el libro aunque solo sea para descubrir esta cosa!
- La tecnología y la tecnofobia. El capítulo final destaca la contradicción de un cine que siempre ha utilizado tecnología y sus mejoras, pero al mismo tiempo ha producido y produce cientos de películas que advierten sobre los peligros asociados con ese mismo progreso: entre los muchos ejemplos mencionados por autor, ¡no podían faltar The Terminator (1984) y Splice (Splice: experimento mortal, 2010)!
En resumen, si todavía no he estado suficientemente claro, Fimish me pareció muy bien escrito: lleva a cabo un discurso lógico y bien construido y los dibujos ayudan a dar contexto a las palabras de Edward Ross que demuestra haber estudiado y asimilado la literatura cinematográfica utilizando las referencias a otros autores de manera oportuna y funcional para desarollar su tesis. Cierro mi reseña, que más que una reseña es una invitación a leer, con una imagen del libro que demuestra cómo el formato de novela gráfica funcione bien para ayudar la comprensión de discursos que a veces no son triviales.

Ciao!