El verdugo es una película de 1963 de Luis García Berlanga y es un verdadero clásico del cine español. Es una comedia negra y, al mismo tiempo, una sátira feroz contra la sociedad de la época que no fue censurada por la dictadura española que evidentemente no entendió nada de la peli. De hecho, cuando esa recibió atención internacional, las autoridades españolas intentaron detener su difusión, pero ya era demasiado tarde: Berlanga obtuvo, entre otras cosas, el Premio de la Crítica en el Festival de Cine de Venecia en 1963. Hasta el último momento, el embajador español en Italia intentó prohibir la proyección, no lo logró, y entonces el régimen no dejó trabajar a Berlanga durante los cuatro años sucesivos (ya que su siguiente película es de 1967) y cortó más de 4 minutos de la peli (todos aquellos en los que el protagonista dice que quiere irse a vivir a Alemania y se ven las herramientas de muerte del verdugo). Pero, ¿por qué el director español hizo enfadar tanto a sus gobernantes? ¡El verdugo es solo una comedia! Pues, no exactamente…
La trama es la siguiente. José Luis (Nino Manfredi) es un empleado de la funeraria, un trabajo tan poco amado que no logra encontrar una novia. Carmen (Emma Penella) es la hija del verdugo Amadeo (José Isbert), por lo que tampoco es muy popular. ¡Son la pareja perfecta! Entonces se casan con ella embarazada, el honor ante todo, y el matrimonio tiene el efecto inmediato de alejar al hermano Antonio (José Luis López Vázquez) con quien José Luis vivía. Dada la extrema pobreza de todos los personajes de la historia, José Luis se ve obligado a aceptar el trabajo de su suegro (gracias a una recomendación) para irse a vivir con su familia en un nuevo piso puesto a disposición por el estado para sus empleados. Los problemas surgen cuando, unos meses después, lo llaman para llevar a cabo un trabajo, es decir, matar a un condenado. Por eso debe irse a Palma de Mallorca, donde irá con su esposa, su hijo y su suegro.
Esta película es una verdadera joya. Hace reír, pero son risas amargas, y sobre todo muestra una imagen implacable de la sociedad española bajo la dictadura de Franco en los años sesenta. En primer lugar, la pobreza: todos, aunque trabajan, son pobres y se ven obligados a aceptar trabajos degradantes. Luego está la hipocresía de una sociedad que trata con desprecio a aquellos que trabajan para completar las operaciones más aberrantes del régimen que todos aceptan, como la ejecución de la pena de muerte. Hipocresía que también es propia del verdugo mismo, Amadeo, que dice que si él no estuviera allí, habría otro, que dice que los que mueren por su mano se van pacíficamente, y que los estadounidenses con la silla eléctrica son peores que los españoles con la garrota, etc. etc.
Pero hay muchos temas más en la película que, por ejemplo, enseña una burocracia excesiva y muy corrupta, ya que nada se obtiene sin recomendaciones. También son impresionantes las escenas que contrastan una imagen alegre y festiva de Europa (que el país tomado como ejemplo sea Alemania o Francia, no importa) con la lúgubre y atormentada España franquista, como la escena final con los jóvenes turistas celebrando en un barco y la familia de José Luis que tristemente regresa a Madrid. Me pareció particularmente penoso pensar que hace falta una familia para tener un piso, hace falta una boda para tener una familia, hace falta un trabajo para casarse, pero un trabajo de aquellos que no se consideren tabú… La sociedad de la época obligaba a todos a tomar ciertas decisiones eliminando el libre albedrío, y no estoy seguro de que nuestra sociedad actual haya cambiado tanto. Entre otras cosas, este pasaje de la película me recuerda a Alice Cooper de Lost in America: “I can’t get a girl cuz I ain’t got a car, I can’t get a car cuz I ain’t got a job, I can’t get a job cuz I ain’t got a car, So I’m looking for a girl with a job and a car“, o sea: “No puedo tener una novia porque no tengo un coche, no puedo tener un coche porque no tengo trabajo, no puedo tener trabajo porque no tengo un coche, así que estoy buscando una novia con coche y trabajo“.
Pero, volviendo a la película, es obvio que también hay un fuerte mensaje contra la pena de muerte, casi inevitable con este título. De hecho, la escena más famosa de la peli es la toma larga del pasillo que lleva al lugar de ejecución donde los guardias deben arrastrar al condenado, pero, sobre todo, ¡al verdugo que tiene aún menos fuerza y ganas de llegar al fondo que el otro! Fue la primera escena imaginada por Berlanga y Rafael Azcona (guionistas de la película) y se inspiró en un hecho real en el que un verdugo (llamado Antonio López) fue sedado para que pudiera completar su trabajo. La escena tiene una fuerza increíble, con la máquina que sube para hacer que los hombres (el condenado, los guardias, el sacerdote y el verdugo) se hagan pequeños e insignificantes en este enorme pasillo blanco que termina en una pequeña puerta negra detrás de la cual espera la muerte. Es una escena verdaderamente impactante por la cual vale la pena ver una peli en la que, sin embargo, es solo una de las muchas flechas disparadas por Berlanga contra un régimen cruel pero lo suficientemente estúpido como para no entender una peli tan profundamente satírica e inteligente. Ciao!
Enlaces adicionales:
- Trailer de la peli en Youtube
- Página de la peli en Internet Movie DataBase
- Reseña de la peli en Filmfilicos
- Reseña de la peli en Acción cine
- Reseña de la peli en Alucine
- Reseña de la peli en Hoy cínema
Gran reseña, Sam. Como siempre. Sólo me han entrado ganas de volverla a ver. Lo haré. Un saludo. Felipe.
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Muchísimas gracias!!! Un saludo a ti! :–)
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